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DIGITAL FACTORIES | 3 MINUTOS

Smart Factory: ¿realidad o ficción?

Desde que Henrik von Scheel acuñase el término Industria 4.0 por allá 2012 la idea fue adquiriendo una dimensión de tal magnitud que rápidamente pasó a estar en boca de todos.

Paperless Factory

Tanto se ha hablado y escrito sobre la Industria del futuro en los últimos 8-10 años que parece que ya sea cotidiana y que las plantas de producción sean fábricas inteligentes repletas de nuevas tecnología autónomas. Puedes acudir a decenas de eventos, presentaciones y exposiciones de los que sales pensando que esto es ya una realidad. ¡Incluso hay quien ya habla de Industria 5.0! (curioso, teniendo en cuenta que entre cada una de las anteriores pasaron aproximadamente 100 años).


Sin embargo, aquellos que visitamos y pisamos fábricas diariamente vemos que esto no es así. Cuando visitas una fábrica, ves que los materiales siguen siendo transportados por carretillas conducidas por personas, operarios registrando parámetros de control y producciones en papel y que los cobots, drones, gafas de realidad aumentada entre muchas otras tecnologías brillan por su ausencia. Sí, ciertamente se han hecho algunos proyectos piloto con muchas de estas tecnologías, pero el 90% no han pasado de eso, de proyectos piloto para la galería.


Entonces, ¿es o no la Smart Factory ya una realidad? ¿lo será a corto plazo?


Para evitar confusiones, empecemos por lo más básico.

¿Qué es una Smart Factory?

Una Smart Factory es una fábrica en cuyos procesos se han incorporado nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, internet de las cosas, big data o robótica autónoma entre otras. Estas tecnologías se combinan para optimizar el proceso productivo, dando lugar a las llamadas “Smart Factories”.


Una de las características más llamativas de este tipo de fábricas es la autonomía. Las nuevas tecnologías permiten soluciones que van más allá de la automatización y que permiten prescindir de la acción humana durante casi la totalidad del proceso productivo. Una Smart Factory tiene la capacidad de autocorregirse, es decir, de detectar errores que tengan lugar durante el proceso productivo, subsanarlos y aprender de ellos (de ahí el adjetivo Smart).


Otra característica definitoria de una Smart Factory es la conectividad: en una Smart Factory, las herramientas, los dispositivos y los sistemas de producción están conectados entre sí. Conectar el mundo físico con el mundo digital permite monitorizar todo el proceso, recogiendo cantidades ingentes de datos que pueden ser depurados para utilizarlos después con diferentes propósitos. Tener información sobre las herramientas y máquinas de la cadena de producción o el trabajo de cada uno de los elementos permitirá optimizar los procesos productivos, predecir o detectar incidencias o aportar información relevante para la toma de decisiones. De este modo, la industria conseguiría:


  • Más eficiencia: Al automatizar los procesos, las plantas pueden incrementar notablemente sus ritmos de producción.
  • Más calidad: A través de los procesos inteligentes, se reduce el riesgo de error humano. Las máquinas ejecutan las tareas repetitivas con precisión y exactitud, independientemente de cuantas horas lleven funcionando.
  • Más flexibilidad: Gracias al ahorro de tiempo e inversión que generan, las fábricas inteligentes permiten llevar a cabo una producción modular y flexible, de manera rápida y con resultados satisfactorios.
  • Más control: En las fábricas inteligentes todos los departamentos están conectados. Esto deriva en flujos de información eficaces y en tiempo real. Los procesos se monitorizan en todo momento y se pueden.
  • Más ahorro: Gracias a la Smart Factory se pueden reducir los costes de producción y de explotación notablemente. De la misma manera, las fábricas inteligentes proporcionan un interesante ahorro energético.
  • Más rentabilidad: Al aumentar la calidad de la producción y reducir los costes productivos, la Smart Factory permite que los márgenes operativos de las compañías se incrementen.

¿Es o será a corto plazo una realidad la Smart Factory?

Las ventajas son más que interesantes, entonces ¿por qué no toda la industria se ha convertido ya en una Smart Factory? ¿A qué estamos esperando? ¿Por qué cuando visitas una fábrica tras otra no ves este tipo de tecnologías?


Porqué directamente no pueden.


Ser una Smart Factory como tal no es posible hoy en día. Bien por qué las tecnologías necesarias no están lo suficientemente maduras, bien por el elevado coste que supondría implementarlas o bien por las consecuencias sociales que supondrían.


Ni siquiera las grandes corporaciones manufactureras disponen de fábricas con tales avances tecnológicos ni sistemas que sean capaces de organizar todos esos datos y de analizarlos correctamente y, ni mucho menos, de tomar decisiones que auto-corrijan y aprendan de los errores. Algunos de los ejemplos más destacados del mundo son:


  • Audi
    • Factory: San José Chiapa, Mx
    • La planta entera fue simulada virtualmente antes de que las operaciones empezaran
    • Invest: 1B $
  • Faurecia
    • Factroy: Columbia, Indiana, US
    • Amplio uso de las tecnologías digitales para mejorar la eficiencia y la innovación
    • Invest: 64 M
  • Adidas:
    • Factory: High-tech SpeedFactory en Alemania
    • Flexibilizar los Sistemas productivos a través de la impresión 3D y el uso de Gemelo Digital
  • Siemens
    • Factory: Amberg, Alemania
    • Integración de máquinas y sistemas que asumen el 75% de la cadena de valor
  • GE
    • Factory: Pune, India
    • Flexibilizar la producción para producir desde componentes del motor de aeronaves hasta componentes locomotrices.
  • ABB
    • Factory: Beijing, China
    • Su Smart Plant consiguió un 99,94% de fiabilidad en las entregas reduciendo su lead time de 8 a 2 días.

Si las grandes potencias industriales todavía tardaran en disponer de fábricas inteligentes, imagínate las PYMEs. Y si tenemos en cuenta que la pequeña y mediana empresa representa más del 90% de la industria, ¿podemos hablar de realidad a corto plazo para el grueso de la industria? ¿Estará extendida la I4.0 en 2030?


Ojalá me equivoque, pero en mi opinión la respuesta a ambas preguntas es NO. Para que el nivel de adopción del concepto Smart Factory en la industria sea considerable todavía deben pasar muchos años, incluso décadas. Es un proceso de progresión lenta. Por lo tanto, sería más adecuado considerar que el concepto de Smart Factory como tal no es alcanzable hoy en día.


Pese a ello, es cierto que las empresas más innovadoras y los llamados early-adopters están llevando iniciativas que les acercan un pasito más a ese ideal.

¿Cómo avanzar hacia la Smart Factory?

En esa línea, Capgemini estableció su Smart Factory Framework que está diseñado para ayudar a los fabricantes a centrarse en mejorar la madurez digital de las funciones principales de fabricación, que las establece como: la gestión del ciclo de vida de los productos y activos, la gestión de operaciones, la simulación de sistemas y la ciberseguridad industrial.

De estos elementos, la gestión de operaciones forma una gran parte de los componentes de la fábrica inteligente. Y es en el ámbito de la transformación digital de los centros productivos o Digital Manufacturing en dónde están empezando a ver algunos ejemplos que quizá podríamos considerar más próximos:


En resumen, pese a que todavía quedan muchos años para ver Smart Factories de forma mayoritaria, sí está empezando a ser una realidad alcanzar un nivel avanzado de transformación digital de las centros productivos. Y ahí surge otros dos conceptos interesantes: el concepto de Paperless Factory y el concepto de Connected Worker Platform.

¿Quieres saber más sobre la Paperless Factory Platform?